Con el objetivo de crear conciencia sobre los problemas de salud, el 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental. El bienestar emocional y la salud mental tienen la misma importancia en todas las etapas de la vida, sin embargo con frecuencia se relega a los adultos mayores creyendo que estos problemas afectan en mayor medida a los más jóvenes.
Los adultos mayores pueden sufrir problemas mentales que es preciso reconocer. Más del 20% de las personas mayores de 60 años sufre algún trastorno neuropsiquiátrico, y los que se presentan con mayor frecuencia son la demencia y la depresión. Muchas veces los síntomas de estos trastornos son pasados por alto o se diagnostican erróneamente porque se confunden con otros problemas que se experimentan en esta etapa de la vida.
La demencia se caracteriza por la disminución de la memoria junto con alteraciones del lenguaje, trastornos del comportamiento y deterioro de la capacidad para realizar las actividades de la vida cotidiana. Estas alteraciones provocan un deterioro significativo de la actividad laboral o social y exponen la merma sobre la capacidad previa en esas funciones. Si bien la demencia afecta principalmente a los adultos mayores, es importante destacar que no es parte del envejecimiento normal.
La depresión altera la vida cotidiana y puede causar enormes sufrimientos. Es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que habitualmente se disfrutaba.
Además, las personas con depresión suelen presentar varios de los siguientes síntomas: pérdida de peso o aumento de peso significativos; fatiga o pérdida de energía; alteraciones del sueño como insomnio o necesidad de dormir más; sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados; disminución de la capacidad para pensar o concentrarse; pensamientos de muerte o suicidio. Los cambios vitales que implica el envejecimiento pueden provocar depresión. Por este motivo, es importante reconocer los síntomas de este trastorno para no confundirlos con otras situaciones que suelen experimentar los adultos mayores.
La licenciada Malena Cogorno (MN 60044), asesora en Promoción de la Salud en Siempre Argentina amplía sobre el tema afirmando que "la demanda física y emocional que implica la asistencia de estos pacientes suele afectar la dinámica familiar y trae aparejados diferentes problemas que llegan a abrumar a las familias. Es tan importante asistir a los adultos mayores con diagnóstico de demencia o depresión como apoyar a quienes las cuidan para crear un entorno que promueva el bienestar físico y emocional de toda la familia".
La salud física influye en la salud mental, y viceversa. El tratamiento de las personas mayores diagnosticadas con demencia o depresión requiere atención, cuidado y dedicación familiar con el apoyo en profesionales de la salud.