Las exportaciones de carne bovina argentina sufrieron un
duro revés en el primer trimestre de 2025, registrando una caída estrepitosa
del 28% en volumen y del 7,5% en valor en comparación con el mismo período del
año anterior. Los datos revelados por el Consorcio de Exportadores de Carnes
Argentinas (ABC) son contundentes: se embarcaron apenas 142.500 toneladas por
un total de 694,4 millones de dólares, lejos de las 195.400 toneladas y 735,7
millones de dólares alcanzados en el primer trimestre de 2024.
Esta significativa contracción responde a una tormenta
perfecta de factores que erosionan la rentabilidad de los frigoríficos con
destino al mercado internacional. Uno de los principales es el elevado costo de
la materia prima, que representa entre el 82% y el 85% del precio final de
venta. A esta pesada carga se suman las retenciones del 6,75% aplicadas a la
mayoría de los cortes exportables, asestando un golpe adicional a los ya
ajustados márgenes.
El principal motor de la caída en el volumen exportado fue
la marcada disminución de las compras por parte de China, el destino predilecto
de la carne argentina, absorbiendo el 65,1% del total. En marzo, el precio
promedio de exportación hacia el gigante asiático se desplomó a us4.191 por
tonelada, un 29% menos que el pico de us5.900 registrado en mayo de 2022. Esta
reducción se atribuye a una combinación de factores como la desaceleración
económica post Año Nuevo Lunar, los altos niveles de stock interno y una menor
demanda general en el país asiático, en el marco de las tensiones comerciales
globales.
El panorama doméstico tampoco ofrece un respiro al sector.
La menor oferta ganadera, reflejada en una faena de 1,142 millones de cabezas
en enero (un 2% menos que el año anterior), y la persistente incertidumbre
cambiaria llevaron a algunos operadores a postergar envíos, incidiendo
directamente en el volumen total exportado. Si bien se observó una leve
recuperación en los precios promedio de exportación en marzo, alcanzando los
u$s4.747 por tonelada (un 25,1% superior a marzo de 2024), este repunte no fue
suficiente para compensar la drástica caída en las toneladas embarcadas.
"La situación es muy complicada", alertó el
consultor Víctor Tonelli, subrayando que la magnitud del desplome pone en serio
riesgo la sostenibilidad de un sector que venía de un 2024 récord con 935.261
toneladas exportadas. El aumento de aranceles en mercados estratégicos como
Estados Unidos, los elevados costos logísticos y la persistente inflación
interna completan un escenario sumamente desafiante para la industria cárnica
argentina.
Ante esta coyuntura crítica, el sector exportador alza su
voz reclamando medidas urgentes que alivien la presión impositiva y fomenten
una mayor competitividad en los mercados internacionales, en un contexto donde
la rentabilidad se ve cada vez más comprometida y el futuro del sector pende de
un hilo.
Por P.D.J.S.