Ecuador se encuentra en estado de "alerta máxima"
tras recibir información de inteligencia sobre un posible atentado contra el
presidente Daniel Noboa y su círculo cercano. El Ministerio de Gobierno, a
través de un comunicado en la red social X (antes Twitter), informó sobre la
detección de un presunto plan de magnicidio, ataques terroristas y
movilizaciones violentas destinadas a desestabilizar el gobierno.
El ministerio aseguró que se han activado todos los
protocolos de seguridad para neutralizar estas amenazas, atribuyendo la autoría
del plan a "estructuras criminales" y "sectores políticos
derrotados en las urnas", sin presentar pruebas concretas. Se aludió a un
supuesto informe de inteligencia del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas,
que circula en redes sociales, sobre la llegada de sicarios desde México y
otros países. La institución castrense anunció que emitirá un pronunciamiento
oficial en las próximas horas.
La alerta se produce días después de la victoria de Noboa sobre la candidata opositora Luisa González, con una diferencia de más de un millón de votos. González, por su parte, reaccionó a través de su cuenta de X, denunciando un "MegaFraude" y acusando al gobierno de persecución política. Mencionó la supuesta existencia de una "lista negra enviada a migración", la retención de uno de sus consultores de campaña y la de su compañero de fórmula, Diego Borja, quien días atrás denunció un intento de detención.
González, quien no reconoció los resultados electorales,
anunció su intención de solicitar un recuento de votos, aunque no ha
formalizado la petición ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). Afirmó que
presentará pruebas de supuestas irregularidades.
Observadores internacionales de la Organización de Estados
Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) señalaron algunas irregularidades
durante el proceso electoral, como el uso indebido de recursos públicos y la
falta de neutralidad del organismo electoral, pero reconocieron la validez de
los resultados.
El gobierno ecuatoriano ya había decretado un estado de
excepción de 60 días en nueve zonas del país, incluyendo Quito, antes de las
elecciones, debido a la creciente violencia criminal atribuida a bandas locales
vinculadas al narcotráfico transnacional. También se cerraron las fronteras a
extranjeros durante los comicios. La tensión política y la alerta de seguridad
se suman a la compleja situación que enfrenta Ecuador.
Por P.D.J.S.