Lionel Messi, a sus 37 años y brillando en el Inter Miami,
concedió una entrevista reveladora al programa "Simplemente Fútbol",
donde abordó diversos aspectos de su presente y pasado futbolístico. La gran
incógnita que rodea al capitán de la selección argentina es su posible
participación en la Copa del Mundo 2026, un tema que Messi prefiere analizar
con cautela: "Está lejos, pero pasa rapidísimo. Este año va a ser
importante. Poder jugar con continuidad, sentirme bien... No me quiero poner
metas. Voy día a día y veo cómo me siento físicamente y ser sincero conmigo
mismo".
El astro rememoró su reciente etapa en el París
Saint-Germain, confesando la incomodidad que sintió tanto en lo personal como
en lo deportivo: "Veníamos de dos años complicados... en París la familia
estuvo bien, pero no me sentí cómodo en el día a día y en los entrenamientos.
Queríamos estar seguros de que la familia esté bien y yo disfrutar de lo que a
mí me gusta". Messi también reveló su deseo frustrado de regresar al
Barcelona antes de tomar la decisión de mudarse a la MLS: "Tuve la intención
de poder volver a Barcelona, y estar donde yo siempre quise estar, pero no se
pudo nuevamente, y después fue una decisión familiar".
En un tono más distendido, Messi compartió detalles sobre
la pasión futbolística de sus hijos: "Están todo el día con la pelota...
Tener la posibilidad de acompañarlos en eso es espectacular. Son muy diferentes
los tres. Thiago es más pensante, organizador, mediocampista. Mateo es
delantero... inteligente para jugar. Y Ciro es más explosivo, encarador".
Un momento particular de la entrevista se centró en el
Mundial 2022 y el partido contra México, donde su gol significó un punto de
inflexión para la selección argentina. Messi expresó su sorpresa ante la
reacción de algunos hinchas mexicanos: "No sé qué pasó con los
mexicanos... yo siempre me sentí muy querido por la gente de México, nunca les
falté el respeto, pero ellos se pusieron en una posición de entender una
rivalidad con nosotros que no existe". Sobre ese crucial encuentro,
añadió: "Ese partido fue jodido, sobre todo de la cabeza. Perdiendo ya
estábamos afuera. La previa fue terrible... Había mucha tensión y nerviosismo
contra México".
Finalmente, Messi habló sobre su presente en el Inter
Miami, su deseo de seguir compitiendo y ganando, recordó la figura clave de
Frank Rijkaard en sus inicios en el Barcelona y cómo el Mundial 2022 significó
una suerte de "remedio" a la final perdida en Brasil 2014. También
explicó su costumbre de patear los penales en primer lugar y la emoción de
tener un espacio especial dedicado a los trofeos de la selección argentina. Con
una reflexión sobre el futuro, Messi intuyó que sus hijos "se van a dar
cuenta del valor con los años" de sus logros.
Por P.D.J.S.