El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó a Argentina a
llevar adelante una reforma tributaria sustancial, con el objetivo de
simplificar el sistema, mejorar la eficiencia y la equidad fiscal, y reforzar
el ancla fiscal del país. En un reciente informe tras la aprobación del nuevo
programa económico, el staff técnico del FMI realizó un diagnóstico crítico del
esquema impositivo vigente, señalando su "excesiva complejidad y
distorsión", con una carga general que obstaculiza el crecimiento y la
competitividad.
El organismo multilateral destacó la existencia de más de
155 tributos en Argentina, lo que genera elevadas cargas administrativas, a
pesar de que solo seis de ellos concentran la mayor parte de la recaudación.
Asimismo, advirtió sobre la alta dependencia de impuestos indirectos, lo que
reduce la progresividad del sistema, y los desafíos de coordinación derivados
de la naturaleza federal del sistema tributario.
En este contexto, el FMI recomendó avanzar hacia una
simplificación del sistema, con una mayor preponderancia de impuestos directos
mejor administrados y una reducción gradual de los impuestos considerados más
distorsivos. En particular, el staff técnico sugirió "reducir gradualmente
los impuestos distorsivos sobre exportaciones y transacciones financieras,
reemplazándolos por tributos directos más simples y mejor administrados a
hogares y empresas", lo que se interpreta como un llamado a la baja de los
derechos de exportación (retenciones) y del impuesto a los débitos y créditos
bancarios (impuesto al cheque).
Por su parte, en el memorando de entendimiento con el FMI,
el Gobierno argentino confirmó que se encuentra trabajando en una propuesta de
reforma tributaria estructural con impacto fiscal neutro. Según el documento,
el plan contempla la eliminación gradual de los impuestos más distorsivos al
comercio y las transacciones financieras, la reducción del gasto tributario
ineficiente y la simplificación general del sistema, incluyendo la armonización
de las alícuotas del IVA y una racionalización del gasto tributario. El
Gobierno se comprometió a compartir la propuesta de reforma con el staff del
FMI para diciembre de 2025, con la expectativa de que su implementación, sujeta
a aprobación legislativa, comience a más tardar en 2026. Esta reforma
tributaria se enmarca dentro de los compromisos asumidos en el programa
económico y busca estabilizar el frente fiscal sin aumentar la presión
impositiva total.
Por P.D.J.S.