El fiscal a cargo de la investigación, Martín Rau, confirmó que se trata de una jornada clave tras la declaración de 30 testigos y la presentación de “material muy fuerte a los jueces, cosas que son espantosas de ver”. El funcionario judicial también indicó que, en base a la cantidad de archivos y la clasificación penal de cada conducta, se trabaja en una pena “justa y razonable a la luz de los hechos”.
“La pena no va a ser leve”, afirmó Rau en diálogo con TN, y señaló que se encontraron archivos que incluían “material con bebés y niños con perros”, sin dar más detalles por la sensibilidad del contenido.
La investigación comenzó a partir de informes enviados desde Estados Unidos a la Fiscalía Especializada de Buenos Aires, encabezada por la fiscal Daniela Dupuy, en el marco de un monitoreo internacional de redes de distribución de este tipo de contenidos ilegales.
Los reportes permitieron identificar direcciones IP vinculadas a descargas de pornografía infantil, una de las cuales llevó a un domicilio en la provincia de Misiones, donde residían los hermanos Kiczka.
En un primer momento, las sospechas recayeron sobre Sebastián Kiczka y su padre, quienes aceptaron los cargos en un juicio abreviado luego de los allanamientos realizados en febrero de 2024.
A partir de estos hallazgos, la Unidad de Cibercrimen y la Secretaría de Delitos Complejos (SAIC) de Misiones iniciaron una nueva investigación centrada en Germán Kiczka, entonces diputado en funciones.
La causa derivó en una orden de allanamiento del Juzgado de Instrucción Penal N.º 4 de Apóstoles, a cargo del juez Faría. Durante el procedimiento se secuestraron dos teléfonos celulares y una notebook, dispositivos en los que se hallaron múltiples archivos de abuso sexual infantil, zoofilia e incesto.
Además, el juez ordenó el allanamiento del local comercial Pizza Leo Club, propiedad de los hermanos Kiczka, donde se encontraron 603 archivos multimedia con contenido de explotación sexual de menores.