Con la reciente eliminación del cepo cambiario y un
significativo desembolso inicial del Fondo Monetario Internacional (FMI), la
Casa Rosada deposita sus esperanzas en una negociación favorable con Estados
Unidos en materia arancelaria, en un contexto global marcado por la guerra
comercial. La buena sintonía entre los presidentes Donald Trump y Javier Milei
es un factor clave en esta estrategia.
Desde que la administración Trump endureció su política
comercial, elevando impuestos a las importaciones, funcionarios del gobierno
argentino minimizaron inicialmente su impacto. Sin embargo, tras la imposición
de aranceles al acero y al aluminio, sectores relevantes para las exportaciones
argentinas, la estrategia viró hacia la búsqueda de un acuerdo bilateral.
La Casa Rosada confía en que la relación privilegiada entre
ambos mandatarios y el interés mutuo en la apertura comercial jugarán a favor
de Argentina en este escenario. El propio presidente Milei celebró públicamente
las reuniones del canciller Gerardo Werthein con altos funcionarios de comercio
estadounidenses.
Si bien la estrategia del gobierno libertario de proponer un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos se ve parcialmente obstaculizada por las regulaciones del Mercosur, el Ejecutivo nacional reconoce las dificultades de abandonar el bloque pero insiste en la posibilidad de alcanzar acuerdos regionales. En este sentido, destaca la afinidad de Paraguay y Uruguay con las reformas propuestas por Milei, señalando a Brasil como el principal opositor a una mayor apertura.
En un intento por flexibilizar las normas internas del
Mercosur, el canciller Werthein reiteró el reclamo argentino a sus pares del
bloque, en el marco de una reunión en Buenos Aires, donde también informó sobre
las conversaciones avanzadas con el gobierno de Trump.
La buena relación bilateral se verá reforzada con la visita
a Buenos Aires, el próximo lunes, del secretario del Tesoro de los Estados
Unidos, Scott K.H. Bessent, quien se reunirá con Milei y el ministro de
Economía, Luis Caputo. En este encuentro, el gobierno argentino buscará el
respaldo de un préstamo paralelo al del FMI por parte del Tesoro
estadounidense, con el objetivo de fortalecer aún más las reservas del Banco
Central tras la implementación del nuevo esquema cambiario.