– No, primero porque mis padres viven muy cerca, a unos 150 kilómetros de Córdoba, entonces me queda muy a mano socorrerlos, ayudarlos, o ir a pasar tiempo con ellos. No me podría ir del país ni loca porque soy hija única de ese matrimonio, entonces me hago cargo un poco de ellos también.
Y además no me imagino viviendo en otro lugar que no sea Córdoba. Esto que vos decís, cordobés antes que otra cosa. Me gusta esa ciudad.
– ¿Te gusta vivir en Argentina o la padecés?
– La padecí, ahora no la padezco tanto, más allá de las brutalidades que se pueden escuchar, que se pueden ver todos los días entrando a una red social que no es muy diferente de lo que pasa en otros lugares. Es decir, el mundo está desmoronándose, el tejido social, los compromisos que una tenía con el otro han comenzado a desaparecer o desaparecieron ya. Pero no es algo que padezca.
– Sos actriz y sos escritora pero ahora se habla de vos como escritora.
– Yo me hice conocida siendo actriz en Córdoba con una obra que se llamaba “Carnes tolendas”. Me fue muy bien, y porque me iba muy bien me ofrecieron publicar un libro y ahí empezó mi carrera literaria. Pero escribo desde los cinco años.
– ¿En qué momento te asumiste como escritora?
– Ahora lo digo, después de “Tesis sobre una domesticación”, antes no. Fue mi tesis, tenía ganas de escribir un libro con ese refinamiento, con esa sintaxis, que hablara de mí misma y del aceite que tengo en la cabeza que me hace escribir.
“YO SALÍA A COQUETEAR CON LOS HOMBRES, SIEMPRE HABÍA UNO DEL PUEBLO QUE DECÍA: ‘CUIDADO, NO ES CAMILA, ES UN CHABÓN’”.
– Desde muy chica. ¿Cuántos años tenías cuando te llamaste Camila?
– A los 14, 13 decía que me llamaba Camila. Vivía en un pueblo turístico y todos los veranos venía gente nueva. Al pueblo venían los extranjeros.
– Mina Clavero.
– Era el momento para salir a conversar y para salir a coquetear con hombres y les decía que me llamaba Camila. Después uno del pueblo se acercaba y decía: ‘cuidado, no es Camila, es un chabón’, y les avisaban a los turistas que no lo era.
Desde los cuatro años que uso las pinturas de mi mamá a escondidas. Cuando hablan de lo natural o lo antinatural… Yo no tenía ninguna ideología de género influyéndome. Yo era hija de un matrimonio heterosexual, mi papá, un señor heterosexual, mi mamá una señora heterosexual. No había ninguna influencia ahí.
“CUANDO HABLAN DE LO NATURAL O LO ANTINATURAL… YO ERA HIJA DE UN MATRIMONIO HETEROSEXUAL, NO HABÍA NINGUNA INFLUENCIA”
– También se dice que los chicos a esa edad todavía no se definieron.
– Se usa la excusa de la infancia para tener a las mujeres en su casa haciéndose cargo de sus hijos. Es una trampa un poco patriarcal decir que los niños son seres indefensos que no saben nada.
Y los niños saben todo, el ejemplo más claro es el de los zapatistas diciendo que cuando hay problemas con el clima, hay que seguir a los niños porque saben donde guarecerse.
“CUANDO ESCUCHABA EL AUTO DE MI PAPÁ ME LAVABA RÁPIDO LA CARA O ME SACABA LO QUE TENÍA PUESTO”
– Decías que a los cuatro años te pintabas a escondidas en el baño y después te sacabas todo para que no te vieran.
– Cuando escuchaba el auto de mi papá, me lavaba rápido la cara o me sacaba lo que tenía puesto y aparecía como si nada.
“YO TENÍA DOS VIDAS. LA VIDA QUE HACÍA CUANDO SALÍA Y LA VIDA QUE HACÍA FRENTE A MI PAPÁ Y MI MAMÁ”
– Desde los cuatro a los 14, ¿duró diez años esa vida?
– ¡Y duró mucho más! Hasta los 18, cuando me pude ir a Córdoba y pude decidir por mí misma cómo salía a la calle, yo tenía que tener dos vidas, por lo menos. La vida que hacía cuando salía vestida como chica y la vida que hacía frente a mi papá y mi mamá, que era otra performance, otra forma de estar.
“A MIS PADRES LES FUERON CON EL CHISME, ESTABAN MUY ENOJADOS CONMIGO, LES DURÓ HASTA GRANDE. NUNCA ME RENDÍ A PERDERLOS”
– ¿Qué pasó a los catorce? ¿En algún momento hablaste con tus viejos?
– Les fueron con el chisme, les contaron. Igualmente era imposible que no se enteraran, estaba dejando miguitas de pan por todos lados. Salía a la calle vestida de mujer y me encontraba con sus amigos en el pueblo, con los vecinos. O sea que en algún momento se iban a enterar.
– ¿Cuándo llegó el chisme que pasó?
– Ellos tenían muchísimo miedo. Tenían mucha bronca también, estaban muy enojados conmigo, ese enojo les duró hasta grande. Empezaron a funcionar las cosas como una familia después de “Carnes tolendas”, en 2009 recién.
– ¿Responden solamente para tener sexo?
– Y sí, y tomar un vino y fumar algo y ver una película, a veces para ir a un bar. Pero el sexo es la columna vertebral. A veces en el living, a veces en el balcón, a veces en la cocina.
– “Esas son las actividades que hago cuando estoy sola”.
– Escribo, bailo. Bailo mucho también.
– ¿Esto se lo contaste a tus viejos?
– Si saben, ya saben, todo. ¡Ay! Pobres, pobres, pobre gente. Son grandes, además.
– ¿Y qué hacen?
– Saben que no pueden hacer nada.
– No te dicen: callate, no me cuentes.
– No, no pueden hacer nada de eso porque no tienen poder sobre mí, ya no. Son los acuerdos que tiene cada familia.
“CON MIS PADRES VIVÍAMOS EN UNA HABITACIÓN LOS TRES, NO HABÍA SECRETOS. SIGUE SIENDO UN POCO ASÍ”
– En este acuerdo vos les contás todo aunque ellos no quieran.
– O se enteran. Por ejemplo, con el estreno de la película le dije a mi mamá: ‘ma, no es una película que puedas ver vos porque tiene muchas escenas de sexo, se me ve desnuda” Y me dijo, ‘¿pero si yo ya te he visto desnuda en otras obras?’ Me dijo que no la iba a ver, después se las ingenia y la ve.
“Tesis sobre una domesticación”, el libro, lo empezó a leer, le dio vergüenza y no quiso seguir leyéndolo. Hasta que un día me llamó y me dijo: ya lo terminé, lloré, te pensé. ¿Sabés? Vivíamos en una habitación los tres, no había secretos. Sigue siendo un poco así, sin secretos.
– Tu mamá, tu papá y vos. Se veía todo ahí, sigue así.
– Incluso la miseria de otra persona. Incluso la miseria de tus padres, incluso la miseria de su hijo ellos veían.
– Hoy te hacés cargo de ellos y la cuidás.
– Sí, intento hacerlo, por ahora me viene saliendo bien. Además, estoy conmovida por ellos, siento una gran admiración. Esto tampoco es una postura, de verdad admiro a las personas como ellos.