Luego de sucedido el robo, el menor de los primos decidió formular la denuncia ante la comisaría 21, pero cuando volvió de la dependencia se enteró que su pariente estaba en las inmediaciones de una hamburguesería del barrio donde finalmente se cruzaron.
Algunos testigos indicaron a la Policía que se destacó una fuerte discusión entre ambos, que dio lugar de inmediato a una contienda tipo tumbera. Gonzalo atacó a su primo Ángel con un cuchillo tipo tramontina con serrucho y le asestó varias puñaladas, dañando varias arterias y provocándole la muerte en cuestión de segundos. Al llegar la fuerza de seguridad halló a Díaz tirado en uno de los pasillos del barrio, justo enfrente de su casa y a solo unos pocos metros del domicilio de su asesino. Yacía en medio de charco de sangre, con múltiples lesiones. A pocos metros hallaron un palo de escoba con punta de unos 25 centímetros y una barra de hierro de unos 50 centímetros, ambas armas tipo tumberas, que sospechan habrían sido utilizados durante la contienda; aunque las manchas de sangres estaban en el cuchillo. Minutos más tarde, la Policía localizó y arrestó a Gonzalo G., quien había hecho justicia por mano propio y no opuso resistencia a su detención.
El joven fue trasladado de inmediato hacia la comisaría Vigésimo Primera, la misma donde un rato antes había denunciado al muerto por el robo y en la que ahora quedó alojado en calidad de detenido acusado del homicidio de su primo. La fiscal Sonia Meza ordenó que se realicen las pericias correspondientes y luego trasladaron el cuerpo al Instituto Médico Forense, donde se le practicó la autopsia. Luego de estos trámites, el cadáver fue entregado a su familia para su inhumación.
Ayer, ni si quiera los propios familiares del joven fallecido intentaban buscarle una explicación a lo sucedido. Uno de ellos inclusive llegó a decirle "off the récord" a algunos periodistas en el lugar, ya que "todos sabíamos que en algún momento iba a terminar de esta manera", concluyó.