En los últimos años ha recibido innumerables homenajes que él con pocas palabras siempre ha tratado de agradecer. Cada tanto se lo ve en los grandes festivales compartiendo con colegas músicos, en un rincón lejos de las luces de los escenarios, o quizás en un reducido espacio que brinda un restaurante, mientras suena una guitarra compañera y él con su voz interpreta una canción.
Félix Armando Chávez nació en Concepción de la Sierra, provincia de Misiones, el 5 de noviembre de 1934. Sus padres fueron Clodomiro Chávez que falleció a los 70 años y es considerado su mejor amigo, mientras que su madre, Margarita Barrufaldi, vivió hasta los 97 años y la recuerda como una persona bondadosa, luchadora, y que pese a que tenía cada tanto alguna complicación de salud siempre salía adelante. De este matrimonio nacieron cuatro hijos, Telmo, Chacho Héctor y Félix.
El autor misionero tiene muy pocos recuerdos de su casa natal, ya que al poco tiempo se mudaron muy cerca a orillas de un bañado rodeado de tacuaras y casuarinas. Siempre consideró que haber nacido en ese lugar rodeado de montes, arroyos, campos y cerros serviría de inspiración para sus futuras letras. Años más tarde sus padres compraron los títulos de una chacra a dos kilómetros de allí que se encontraba en una cuchilla. Desde ese lugar se apreciaba la serranía junto a los caminos de tierra colorada.
"Vivir lejos del pago es muy triste. Al que quiere su provincia, su tierra, le cuesta mucho. Hago de cuenta que no me fui nunca y ando por los montes misioneros"
FÉLIX CHÁVEZ
ARTISTA CHAMAMECERO
Su padre al que apodaban Vilo trabajaba en las secaderas de yerba, en los obrajes, y sembraba toda clase de verduras los fines de semana. También fue guitarrero y cantor y, siendo que la paga no era buena, Félix y sus hermanos ayudaban en la economía de su hogar. Tuvieron el apoyo de sus padres cuando decidieron incursionar en la música. Primero su hermano Héctor comenzó a ejecutar la guitarra, salían a vender pan casero, pasteles y empanadas a los tareferos en tiempos de cosecha, cantando al unísono.
Tiempo después la familia se radicó en Buenos Aires, Héctor se fue entreverando con distintos músicos chamameceros y, de esa manera, conformó el inolvidable el Dúo Úbeda-Chávez junto a otro cantor nacido en Caá Catí, Paquito Úbeda. Félix se considera un cantor aficionado, interpretaba zambas y tangos. Buscó un refugió en la música que lo acunó, ganando innumerables amigos. Para agregar, trabajó en la construcción y se convirtió en pintor manteniendo un diálogo con otros provincianos en la urbe bonaerense.
El investigador y difusor del chamamé Roberto Gutiérrez Miglio en su libro El dúo mayor del chamamé Úbeda-Chávez y su conjunto correntino explica que la poesía de Félix Chávez tiene belleza y romanticismo, incorpora imágenes tiernas dotadas de exquisita sensibilidad, tiene frases y palabras de lirismo, además de un vuelo poético. La poesía es emotiva y refinada. Se desenvuelve dentro de un lenguaje culto, no exento de románticos giros en idioma guaraní.
Su registro como autor son más de 40 obras. Su socio en las composiciones fue su hermano Héctor, aunque firmó con otras figuras del género musical como Nicolás Antonio Niz, Julián Zini, Salvador Miqueri, Avelino Flores, Ernesto Gómez, Mateo Villalba, por citar algunos.
Existen pocos registros fonográficos de este letrista. El primero de ellos fue en el año 1969 cuando el mítico dúo grabó el trabajo Mis chamamés más queridos. Allí el autor aporta una tercera voz en las obras Merceditas y Lamento correntino. Luego el dúo vocal se tomó un tiempo de pausa, y su hermano Héctor lo convocó para cantar. En el año 1973 aceptaron grabar dos composiciones para un disco de Eustaquio Vera.