La sepsis es una condición médica grave que se produce como resultado de una infección generalizada que lleva a una respuesta inflamatoria extrema en el cuerpo, según explican desde el portal de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, MedlinePlus.
Puede provocar un shock séptico, que es una caída peligrosa de la presión arterial y una disminución del flujo sanguíneo a los órganos vitales, lo que puede resultar en daño orgánico y, si no se trata rápidamente, en la muerte.
Existen ciertas señales de alerta a tener en cuenta para identificar el cuadro y conseguir asistencia médica rápidamente.
El infectólogo Roberto Debbag (MN 60.253) comentó que las probabilidades de mortalidad de una niña sana de 13 años debido a una gripe se encuentran por debajo del 1%, y que “puede ser letal en personas que tienen factores de riesgo o enfermedades, y también en niños menores de los 2 años”.
La Influenza B, virus que había contraído la joven, puede causar síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, tos, dolor de garganta, dolor muscular y fatiga. Aunque suele ser menos severa que la influenza A, puede dar lugar a complicaciones graves.
El experto sostuvo que la adolescente probablemente desarrolló la sepsis a raíz de una sobreinfección bacteriana causada por la debilidad de su sistema inmune, el cual se encontraba combatiendo al virus.
La incidencia de estos casos aumentó luego de la pandemia, donde las personas a nivel global, debido al aislamiento y a las medidas de cuidado, se expusieron en menor medida a las enfermedades virales. “Luego ha venido una etapa de que las enfermedades virales predisponen a enfermedades bacterianas”, comentó el experto en declaraciones a TN.
En el marco del Día Mundial de la Sepsis, que se conmemoró el 13 de septiembre, la doctora Wanda Cornistein (MN 105460), jefa del servicio de Control de Infecciones del Hospital Austral, afirmó en una nota de Infobae que “la mejor manera de prevenirla podríamos dividirla en acciones sobre la comunidad y el hospital.
En la comunidad, es fundamental practicar una buena higiene, vacunarse, tener un manejo adecuado de heridas para prevenir que se infecten; consultar precozmente ante signos y síntomas de infección; educar a la población sobre los riesgos y concientizar sobre el problema para evitar la automedicación”.
Cualquier tipo de bacteria en otra persona podría no haber generado síntomas, pero en el caso de la joven, la Influenza B había comprometido su sistema inmune. El progreso de una infección bacteriana dentro de un cuadro viral es rápido: entre 3 y 5 días, según Debbag.
¿Cómo influyó el haber estado en un viaje de egresados?
El infectólogo aclaró que las actividades realizadas por niños de 13 años en un viaje de egresados no aceleran los procesos de infección.
Asimismo, las que son llevadas a cabo por adolescentes de 17 años pueden influir en mayor medida, ya que “hay más hacinamiento, hay lugares bailables, donde hay mucho estrés, donde puede haber algunos excesos de alcohol. Esas personas, si tienen una enfermedad viral que están cursando, pueden hacer complicaciones”.
La rapidez es esencial una vez se identifican síntomas preocupantes como fiebre por encima de los 38°, que no baja luego de la suministración de medicamentos antifebriles, la presencia de escalofríos y de manchas en el cuerpo.
“Existen los minutos de oro de la atención de los pacientes. No hay ninguna duda que esta niña debería haber recibido una asistencia más precoz”, declaró Debbag.
Se debe asistir de manera inmediata a un niño o adolescente ante cualquier signo de decaimiento para evitar que surjan complicaciones ligadas a infecciones, ya sean virales o bacterianas.
La niña, según testimonios de su padre José Sirimarco, “estaba descompuesta, con vómitos y mucho dolor estomacal” al llegar al hospital. “Cuando le hicieron los estudios, nos dijeron que era un cuadro grave”, agregó.