Lo que comenzó con un interinato, tras la salida de Ruben Darío Insua, se consolidó con la clasificación a las fases decisivas de la Copa Libertadores, pero la producción del Cuervo nunca terminó de convencer a los hinchas y a las autoridades.
Se trató de un ciclo inestable en el ámbito doméstico, que incluyó la dolorosa eliminación de la Copa Argentina frente a Vélez y la pésima campaña en la Tabla Anual, donde el club de Boedo se encuentra a ocho puntos de la zona de descenso.
Lo que comenzó con un interinato, tras la salida de Ruben Darío Insua, se consolidó con la clasificación a las fases decisivas de la Copa Libertadores, pero la producción del Cuervo nunca terminó de convencer a los hinchas y a las autoridades.
Se trató de un ciclo inestable en el ámbito doméstico, que incluyó la dolorosa eliminación de la Copa Argentina frente a Vélez y la pésima campaña en la Tabla Anual, donde el club de Boedo se encuentra a ocho puntos de la zona de descenso.
Con tan solo 26 compromisos oficiales al frente del equipo, el conjunto azulgrana logró 7 victorias, 9 empates y sufrió 10 derrotas, una cosecha que marca el 38% de efectividad de los puntos obtenidos.
Lo llamativo es que otro ídolo de la casa, como Néstor Pipo Gorosito, estaba brindando una entrevista en Radio La Red, cuando San Lorenzo oficializó la salida de su DT. “Me da pudor ofrecerme a través de un medio, y por respeto a Pipi que quiero mucho, como a su papá.
Siempre manifesté mis ganas de volver a club, me incomoda el momento del club. Siendo dolor porque se vaya, me duele”, deslizó en el diálogo telefónico.
Y agregó: “Yo no esquivo de hablar. Lo que pienso lo digo. Pero me incomoda, porque hay tanto manejo y da pie a que un boludazo diga Pipo ya arregló para que lo llamen”.